domingo, 6 de junio de 2010

El Elixir. La historia completa




Antoine Maupasant podia considerarse afortunado.Tenia el puesto mas importante en el mercado que todos los domingos se montaba frente a Notre Dame.Sus quesos eran conocidos en toda Francia y le habian convertido en un burgues acomodado al frente de un negocio prometedor.Sin embargo en el fondo se sentia profundamente desgraciado.Nunca habia conocido mujer en el sentido profundo de la expresion.Ninguna a la que habia rondado en el pasado le habia mostrado el menor interes alguna vez.Y por supuesto no existia mujer en toda Francia que pudiera sentir la mas minima atraccion por el.Siendo realista, habia que achacarlo a su muy poco agraciado fisico , adornado por una nariz prominente, una calvicie contumaz y un ojo estrávico.Cada Domingo observaba desilusionado los ojos de las bellas mujeres que se acercaban a su puesto, ojos llenos de indiferencia cuando se posaban en su persona.En ocasiones en su perseverancia solo habia conseguido ser "buen amigo" de alguna viuda.Nada peor cuando encima Antoine era de tendencia enamoradiza.

-Me enamoro de todas y que poco pido a cambio. -decia.

Tampoco ayudaba el hecho de ser un timido declarado y de verbo torpe e inoportuno para los comentarios.Todo ello junto le hacia sentir profundamente desgraciado.Otro en su situacion tal vez simplemente habria mirado el lado positivo de su vida: su dinero.Habria pagado alguna mujer de mal vivir para satisfacer sus impulsos biologicos (impulsos que todos tenemos) y haria de su soledad una bandera, un modo de vida digno y moderno.Sin embargo en la naturaleza de Antoine se escondia un romantico empedernido, un hombre que en el mas profundo rincon de su habitacion escribia poemas de singular belleza,al menos para el, ya que jamas se los leyo a otra persona que no fuera el mismo.
Dios habia sido terrible injusto con el, dandole todo salvo lo que mas queria: el amor. Y cada Domingo por la mañana tenia que luchar con otra terrible vision: Marie. ¿Acaso podia existir mujer mas bella en el mundo? ¿que digo el Mundo? En el Universo.. Marie Depuis era la mujer de su vecino de puesto Pere Montseny, un catalan que habia cruzado los Pirineos y se habia establecido en Paris con un puesto de butifarras. Marie era tan bella como el firmamento de una noche de verano.Desde la penumbra de su puestecillo Antoine la observaba obsesivamente, yendo de aqui para alla, contoneandose, con sus bellos ojos negros seduciendo a quien se atrevia cruzarse con ellos. Lo más aberrante para Antoine era como Pere, un avaro hombre de negocios, no idolatraba a su mujer, no se arrodillaba ante ella y la admiraba como a una diosa griega de los tiempos antiguos, sino que la trataba como a una gata caprichosa que solo hacia estorbar.Marie siempre paraba en el puesto de frutas de Jean Petit.Jean Petit no era un hombre especialmente atractivo, sin embargo desprendia un carisma que le hacia brillar como el sol.Su puesto estaba siempre lleno de mujeres.El era un autentico maestro en el arte de la seduccion y con aladas palabras tejia alrededor de las señoras un juego de dobles sentidos y equivocos que provocaba la risa nerviosa de las damas de Paris y el aletear coqueto de las pestañas mas maquilladas de Francia.
Antoine soñaba con Marie, y dejaba volar su imaginacion en los atrevidos poemas que la escribia, donde ensalzaba cada centimetro de su cuerpo, donde encumbraba su gracia a lo mas alto del Olimpo de la belleza.Pero cada dia se sentia mas triste, cada dia mas desgraciado.Llego incluso a pensar en irse de alli para no verla.Su sola presencia era como una daga en el corazon.Y su indiferencia el peor de los tormentos.
Penso en pedirle consejo a Jean pero entendio que su desparpajo seductor es algo con lo que se nace, y el no habia nacido con aquel don.Ademas le odiaba profundamente, porque Marie bebia los vientos por aquel refinado frutero.

Una mañana gris de Domingo Antoine rumiaba estos negros pensamientos sin darse cuenta que una anciana embozada en trapos harapientos se habia parado delante de su puesto.Cuando se percato de la presencia Antoine la echo de malos modos.

-Larguese de aqui vieja -le dijo.

Ella , mostrando un puño huesudo y amenazante le respondio:

-Pobre iluso.Seras un desgraciado toda tu vida. He observado como la miras..

De un impulso Antoine se cobijo en la penumbra asustado.

-Le he dicho que se vaya.Me esta ahuyentando la clientela..

La vieja escupio desdeñosa.

-No me desprecies miserable tendero.¿Quieres seguir asi toda tu vida?.El camino que llevas conduce a la mas negra de las amarguras.
Tu corazon se pudrira como una manzana..

Antoine dio un golpe en el mostrador amenazador:

-¿Que quieres de mi bruja?

Una risa quejumbrosa como los goznes oxidados de una vieja puerta surgio de la anciana desdentada.

-Quiero hacer negocios.¿Acaso no eres un comerciante?

Murmuro la vieja algo entre dientes y despues añadio:

-Dame la mitad de tu dinero y te dare lo que mas quieres.

-¿Estas chiflada?

-¿La quieres o no?

-¿A quien?

-A ella imbecil.A Marie.Te doy mi palabra de que sera tuya.

Alargando un brazo Antoine cogio por el esqueletico brazo a la siniestra figura.

-No juegues conmigo - le amenazo el tendero temblandole la voz.

Con una mueca llena de sarcasmo la anciana se libero de la garra de Antoine.

-Te daré un poco de mi pocion.La probaras y veras que funciona, entonces cerraremos el trato.

De debajo de la manga harapienta la abuela saco una pequeña ampolla de cristal y se la puso en la mano al otro.Le cerro el puño con sus huesudas manos.

-Ahora bebelo. El proximo Domingo volvere y hablaremos. - y la vieja desaparecio entre el gentio.


El dia continuo y Antoine observaba fijamente la pequeña ampolla en la palma de la mano.Dudando si probar el elixir o no.Derrepente escucho la voz de Jean que se acerco a su puesto.Jean lo consideraba su amigo, Antoine incapaz de decirle lo que pensaba realmente, seguia el juego a aquel fanfarron.

-Oh mi querido Antoine. Fijate, el hombre mas rico de este mercado y aqui solo.No todo es el dinero, ¿eh amigo?.Yo soy tremendamente feliz y me encanta mi trabajo.Al fin de alcabo estamos rodeados de las mujeres mas bellas de Francia, ¿no crees?.Valor Antoine, la mujer es un animal caprichoso, y hay que darle en el gusto.Un buen vino, eso nunca falla.Claro que tu, mirate.No Antoine, no sueñes.Dios tiene un plan para cada uno y el tuyo me temo que tiene que ver con el dinero y no con las mujeres.No se puede tener todo ,amigo mio.

Y rio con fuerza descomunal.Algunas mujeres le rieron la gracia alrededor.

No existia pintor capaz de atreverse a retratar el odio que reflejaba la cara del tendero.Antoine se introdujo bruscamente en la trastienda y bebio la pequeña ampolla de la bruja.

A Antoine le fue imposible decir si aquel brebaje milagroso le habia producido efecto alguno.El caso es que no habia sentido nada.Tal vez penso que tras la ingesta de la misteriosa pocima , su contenido magico desparramaria por sus venas un poder vigorizante que le cambiaria de arriba a abajo, que sentiria un sol naciente bajo su pecho henchido de un redescubierto orgullo por si mismo, una nueva voluntad de hierro tallada a golpe de la determinación que siente uno cuando decide forjar su propio destino.Pero no fue asi.De hecho, si era posible, se sentia aun un poco más desgraciado. Maldijo a la bruja, en el rincon más oscuro de su tienda, mientras contenia una lágrima y arrojaba la ampolla lejos de si.
Entonces vio a Marie pasar delante de su puesto, a penas la visión fugaz de un angel al atardecer.Durante unos segundos el tiempo se volvio más lento y el pudo ver los ultimos rayos de sol atrapados en aquel cuerpo, como un estallido incandescente de pura belleza cristiana, como aquellas hermosas santas llenas de luz que estaban atrapadas en las vidrieras de la catedral.Y a la vez era una oscura mordedura en el alma de Antonie, una angustia ponzoñosa que le hacia consumirse como un miserable pecador en lo más profundo de los 7 infiernos de Dante.
Tal vez vosotros seais afortunados,gente normal e incluso un poco atractiva, que en más de una ocasión habeis notado como despertabais el interes del sexo opuesto.Seguro que recordareis como alguna vez, o incluso más de una, alguien se os acerco atraido por el encanto que irradiais incoscientemente y os habeis regocijado en la certeza de que , en cierto modo, sois bellos para otras personas.¿Y no os habeis parado a pensar como sera la vida de aquellos que no han sido agraciados con ese don?.La existencia de estas almas penitentes se apaga lentamente como una luz fatigada.Y la amargura crece, en su interior, cual mala hierba mientras el acido del deseo inancanzable moja sus labios.Entonces Dios, que algunos creen que es un ente misericordioso, les hace el peor de los regalos.Dicen que cuando perdemos un sentido, como la vista, desarrollamos de un modo extraordinario el resto.Y Asi ocurre con los No Queridos, pierden el amor correspondido,pero a cambio el Todo Poderoso les obsequia con una sensibilidad extraordinaria para la belleza.No solo la reconocen en todas partes, la ven crecer y morir, posarse en los ojos de algunas personas, resplandecer en primavera.Pero en vez de recocijo, sienten amargura.Una vez conoci a uno de estos seres desgraciados.Y oi que le decia a otro a la vista de un hermoso campo de almendros en flor:" si no te conmueve la belleza de lo que estas viendo, deberias arrancarte los ojos". A si de terribles son. Y os cuento esto para que os deis cuenta de cómo sufria Antoine y que era aquello que le removia el interior.

La ultima luz de la tarde se fue y con ella la divina aparición de Marie. Antonie recogio su puesto envuelto de oscuridad y silencio, y volvio a su casa.
Aquella noche tuvo sueños realmente extraños.Soño que estaba dentro de la catedral y que las luces de colores de las vidrieras bañaban los azulejos del suelo por todas partes.El caminaba hacia el altar y un polvo dorado caia de las bovedas. Al pie del altar encontró a Santa Barbara,vestida de blanco.Sostenia una palma en una mano y una pequeña torre de piedra en la otra.Su cabello era dorado como un campo de trigo y caia lacio sobre los hombros, vestia un paño blanco radiante que con dulzura cubria sus recatadas curvas.Una mirada de un intenso azul como el mar se clavo en lo mas profundo del alma de Antonie.Ella sonreia y parecia decirle : "no te preocupes, todo va a salir bien".

A la mañana siguiente Antonie se desperto de un extraño buen humor.A lo largo del dia despacho con una gracia maravillosa de la que solo fue consciente la gente que le rodeaba. Algunas señoras comentaron entre si:

-No esta algo mas guapo Antoine?

El, curiosamente, dejo a un lado sus preocupaciones habituales y aquellos complejos que le perseguian desde la niñez y abandonado a una extraña euforia fue regalando encanto y sonrisas a toda aquella mujer que se acercaba.Solo se dio cuenta de que algo raro ocurria cuando derrepente fue consciente de que estaba rodeado de feminas de toda condicion y clase que no paraban de requerir sus atenciones.Entonces , asustado,reculo como una serpiente a su madriguera, es decir, al rincon mas oscuro de su puesto y observo atemorizado a las mujeres que se agolpaban en la barra. Entonces escucho una voz:

-¿No querias esto?

Y a su lado vio una cara arrugada como una pasa, y dos ojillos brillantes observandole sarcasticos.Era la vieja.

-Que..que esta pasando-tartamudeo Antoine.

-!Maldita sea.Miserable tenderucho!.-despotrico la anciana- !sal ahi fuera y seducelas!¿no te bebiste el elixir? ¿no ves acaso ya su poderoso efecto desparramarse a tu alrededor?

-No sé..

Entonces la huesudo brazo de la anciana salio fuera y atrapo la delicada mano de una distraida dama al azar, y como una araña , la arrastro hacia el interior del puesto. La joven observo horrorizada a la vieja,pero esta empujo a la chica sin contemplaciones hacia Antoine.Ella dio un traspies y cayo en los brazos de Antoine que se quedo paralizado.Ella le miro como hipnotizada, con sus labios carnosos ligeramente abiertos y dos pupilas ardientes clavadas en las aterrorizadas correspondientes de Antoine.
La vieja atrapo la barbilla de la delicada joven y giro su cabeza haciendo que la muchacha mirase los ojos de la anciana, que eran como pozos insondables.Esta le dijo:

-Eres una muchacha muy hermosa.¿Como te llamas?

-Adelie- respondio ella temblando.

-Que bonito nombre ¿verdad Antoine?.

Este apenas asintio.Se sentia profundamente perturbado mientras sujetaba el fragil y tentador cuerpo de la muchacha entre sus brazos.La bruja volvio a preguntar.

-¿Te gusta el tendero?

La muchacha le miro embelesado.

-Si. - dijo inexpresivamente.Pero no habia temor en su voz.

-¿Te gustaria hacer el amor con el?

-Claro- respondio con cierta naturalidad hipnotica.

Una risa quejumbrosa surgio de la menuda anciana. Esta le arranco la ropa a la mujer y dejo un esplendoroso cuerpo juvenil,blanco como la leche, a la vista del cada vez más conmovido tendero.Este no podia contener su deseo.Se sentia como un animal atrapado en una jaula a punto de ser liberado.

-¿A que esperas?- rio la vieja- Hazle el amor, es toda tuya.

Y asi Antoine cayo en una expiral de deseo desenfrenado y durante la tarde sedujo al menos a veinte mujeres, de las mas variadas condiciones, en la trastienda de su puesto. Al atardecer se sentia exhausto , pero pletorico.No fue consciente del momento en el que la bruja se fue. Marcho a casa feliz, se sentia completo.En su casa, en lo mas intimo de su escritorio, decidio escribir los poemas más formidables impulsado por aquel deseo incontenible, alabando a todas las mujeres de Francia, ensalzando cada una de sus gracias.Eran todas un regalo del Señor.Mañana repartiria aquellos poemas en el mercado y asi haria participe a todo el mundo de su felicidad.Sin embargo no se percato de que a diferencia de antes , cuando era un pobre infeliz, sus versos carecian de gracia alguna.Eran insipidos como una triste sopa y carentes de todo talento.De hecho, eran una amalgama de absurdas pamplinas.

Cuando por la mañana intento seducir a una nueva moza y esta le respondio el requerimiento con un tortazo, comprendio al instante que el poder del elixir se habia desvanecido. Avergonzado volvio a su escondrijo, rumiando nervioso que hacer, y permanecio alli hasta mediodia.El problema de probar la dulce ambrosia, es que ya no olvidas su divino sabor.Desesperado abandono su puesto y busco ,como enloquecido, a la bruja por todo el mercado.Llevaba el rostro medio tapado, intimidado ante la posibilidad de encontrarse con alguna de las mujeres.Y asi fue, se topo de bruces con la primera que cayo en sus brazos el dia anterior. Esta al principio le observo incredula, como si súbitamente despertase de una pesadilla.Entonces, como poseida por una extraña locura, se abalanzo sobre el y empezo a golpearle mientras gritaba:

-¿Qué me hiciste?!¿Que me hiciste??

Antoine se desembarazo de la histerica dama y huyo aterrorizado a lo mas oscuro de su tienda.Alli lloró y lloro hasta que escuchó una voz familiar a su lado:

-¿Me compraras el elixir tenderucho?-le dijo en un susurro quejumbroso al oido.

El tendero se giro derrepente y la agarro por los hombros zarandeandola.

-¿Que me hiciste vieja?¿No te das cuenta que la gente ahora habla de mi? Todas esas mujeres..

Ella le aparto de un empujon.En su cara se reflejaba cierto asco.

-Maldito desgraciado.Te doy el poder más codiciado por reyes y nobles, a ti, un miserable tendero, ¿y asi me lo agradeces?.Me voy.

E hizo ademan de largarse. Antoine la volvio a agarrar por un brazo esta vez.

-!No! - y sus ojos centelleaban- solo dime que quieres a cambio.

-¿Lo que sea?

Tras un silencio nervioso , donde se lo penso un poco, el tendero dijo casi en un susurro:

-Lo que sea..

La horrible anciana rio a carcajadas y luego callo un rato.Entonces lentamente empezo a decir:

-Veras Antoine.Soy terriblemente vieja (y no me mires con esos ojos) y se que la muerte pronto vendra a visitarme.He de reconocer que mi vida no ha sido un deshecho de buenas acciones.Si, he sido una pecadora desde el dia en que naci.El diablo me ha tentado continuamente y ni una sola vez me he resistido a su llamada.Pero ahora tengo miedo Antoine.No quiero sufrir las crueldades del infierno.Se que el Señor no llamará a su morada a este alma corrompida.Por eso voy a quedarme con la tuya tendero, porque a pesar de todo eres un hombre bueno y tu alma es limpia y cristalina como un rio de montaña.Las intercambiaremos.Asi podre descansar y tu te pudriras en el infierno.Sin embargo , hasta que ese momento llegue, y eres joven mi querido amigo, podras vivir la vida que siempre has querido.Tendras a todas las mujeres que quieras.

El vendedor, horrorizado, dio un paso atras.

-No..no puedo darte mi alma.!Jamas!

Entonces en aquel momento paso por delante Marie. Y ambos se quedaron mirándola.Ella caminaba con la gracia de un cisne entre la vulgar multitud.Todos los hombres se giraban deseosos.Todos sabia que jamas echarian el cepo a semejante regalo del cielo.Y asi pasaba ella, asi suspiraban ellos.Sin embargo Antoine pudo sentir, por primera vez, como podia tocar el cielo con la yema de sus dedos.Por que por primera vez habia un medio infalible para poseerla.Y supo muchas cosas entonces.La imagino en su cama desde donde él se elevaria hasta el Olimpo Divino.Imagino la perfecta silueta, apenas tapada por una sabana blanca, de aquella diosa inmortal.Aquellos ojos profundos como la noche y el remolino de amor irrefrenable al que se veria empujado.El tiempo dejaria de tener sentido, las estrellas iluminarian el cielo eternamente y el se fundiria en aquella luz cegadora donde viviria hasta el ultimo halito de su existencia, donde se consumiria abrasado por el gozo del Amor, el Amor Inalcanzable, el único verdadero Amor. Ella le rodearia a cada segundo,con aquellos niveos brazos, y su fragancia descenderia sobre su cuerpo como el rocio cada mañana.Todas sus sonrisas, todas sus miradas serian para el.¿Acaso podia imaginarse otro Cielo más perfecto?. Antoine sonreia con la mirada perdida. La vieja, un poco apesadumbrada en el fondo, le dijo:

-Sera Tuya si. Pero en el fondo sabrás ,mi querido Antoine, que ella te amará contra su voluntad.Solo empujada por la fuerza del Elixir.

-Lo se- dijo el otro, y comprendio en ese momento que aquello no le importaba.

Y la vieja añadio con mala conciencia:

-La vida pasara Antoine y despues pasaras toda una enternidad sufriendo las mas terribles torturas en el infierno, ¿merece la pena?

El sonrio.Una sonrisa pura como la nieve.Miro a la vieja,por primera vez, con la dulzura de un iluminado y dijo:

-Miraba bien Anciana, mirala bien.No existe Belleza mayor en todo el Universo.No existe criatura más perfecta en toda la Creacion.Y será solo mia.¿lo comprendes? ¿Acaso no justifica un solo beso suyo toda una eternidad en el Infierno?

Y asi fue como sellaron el pacto, y Antoine obtuvo el elixir.