viernes, 18 de diciembre de 2009

Sucedio en Madrid. Tercer capítulo.

La mesa del despacho mostraba la resaca de una celebracion: era el ultimo dia de Juan Santander como inspector jefe
de policia, era el dia de su Jubilacion.Vasos de plastico,confeti desparramado,trozos de tarta a medio terminar,botellas y mas botellas...signos de una batalla subitamente interrumpida.¿Por que le tenia que pasar esto a el?.Recordaba la que se lio el dia en que Tejero decidio perturbar su trigesimo quinto cumpleaños y en su memoria mas reciente guardaba el eco del terrible estallido que desperto a Madrid un once de Marzo junto con el omnioso vagon de tren hecho chatarra bajo la lluvia, aquel dia nacio su primer hijo.Sus grandes momentos siempre se habian visto empañados por alguna inoportuna desgracia que oscurecia su vida intima."El deber", decia su mujer."Maldita sea mi estampa", decia el.Lo peor de todo es que era un enfermo del trabajo.Odiaba su trabajo, pero se arrojaba sobre cada caso abierto como un meticuloso relojero y hasta que no hacia encajar todas las piezas no paraba.Aquel afan perfeccionista,aquel impulso ordenador con el que regia su departamento,como si fuera un tablero de ajedrez ,le habia arrojado al borde de alguna patologia de indole compulsiva y de ahi casi a la locura.Asi estuvo bajo tratamiento psicologico medio año, hasta que volvio más calmado y con una filosofia distinta, mas tranquilo y distante.Pero las malas hierbas siempre estan ahi y de sus raices resurgio su hiperactividad , mas salvaje que nunca.Y una tarde comprendio, en la penumbra de su despacho,que no podia cambiar.Simplemente era asi.
Aquellos oscuras diatribas se vieron interrumpidas subitamente por la aparicion en el umbral de Manolo,el teniente.

-Venga a ver esto

Entraron en otra habitación más pequeña. Habia una pantalla de televisión y en aquel momento Ana, la experta en delitos informaticos,ponia un video obtenido por una de las camaras de vigilancia de la plaza del sol.La imagen estaba congelada y la plaza llena de gente.Un rotulo señalaba las ocho y cuarto de la mañana.La imagen se ponia en marcha.La multitud desaparecia.Asi, sin mas.. Solo miles de objetos personales caidos en el suelo eran el unico vestigio visible de que alli antes hubo cientos de personas.Cientos de vidas interrumpidas de golpe, borradas de un plumazo.

Y Asi lo habia visto ya varias veces, y por mas que visionaba aquello no conseguia entender nada.Tampoco podia quitarse de encima el siniestro sabor de boca que le dejaban aquellos cuatro segundos de video.Algunos compañeros especulaban , entre susurros, con imposibles teorias.Juan no podia mas que maldecir su mala suerte.El dia de su jubilacion le cae encima el unico caso que jamas podria resolver. Al otro lado de la sala, en una habitacion mucho mas grande , los telefonos ardian.Las operadoras no daban a basto.Los familiares de los desaparecidos colapsaban las centralitas buscando una respuesta.Los medios de comunicacion se agolpaban en la entrada del edificio.Nadie se habia atrevido aun a hacer la mas minima declaracion.Seria desde luego la declaración mas corta de la historia."Estaban ahi, y de golpe, ya no estaban.No podemos contarles mas." ¿Habria alguien capaz de encontrarle algun sentido a aquello?


A aquella misma hora ,una mujer anonima en un famoso bar de Gran Via, pensaba en el amor..

El amor a primera vista.¿Vosotros creeis en el amor a primera vista?.Creo que no hay mayor maldicion en la vida que ser feo y encima ser un romantico.Y asi era ella.Soñadora.Devoradora de culebrones, de historias de amor imposibles.Profunda creyente de los amores a primera vista.Habia tenido tantos..y todos un fiasco.
Y entonces aparecio el.

Cuando le vio entrar en el bar supo que era distinto.Distinto a todos aquellos pijos de ciudad,enfermos de consumo, enterrados en cremas y cosmeticos ,disfrazando su mediocridad.Aquel hombre, aquella mirada perdida.Era especial.Ojos azules,los mas azules que habia visto jamas.Los ojos de un naufrago. "¿Pero de que huyes?", se pregunto ella y se tiro el cafe encima.Empezo a sacudirse la falda mientras gritaba histerica.El cafe ardia por sus piernas.El se asusto mucho.No habia abierto la boca pero su cara era un poema.La miraba horrorizado.Palido.Ella se abalanzo sobre el.Empujada por un resorte instintivo,protector.Le cogio la mano y le dijo:

-¿Se encuentra usted bien?

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